Hanoi, la capital indomable.

Se habla español.

No nos habíamos ni subido al autobús del aeropuerto cuando ya habíamos hablado con dos mexicanos y dos argentinos, después de tanto tiempo de alegrarnos por escuchar inglés porque nos sonaba familiar, al fin, escuchábamos español y además las conversaciones fueron de lo más interesante.

Haciendo el recuento del viaje completo en Vietnam, hablamos con mexicanos, españoles, argentinos y chilenos. La lengua de Cervantes suena fuerte en este recóndito lugar.

El caos es el origen del orden.

Hanoi es una ciudad intimidante, el ruido, el tráfico, la manera de conducir, la cantidad de motos en las aceras que te obligan a ser parte del caos hacen de esta capital algo insólito. Un caos ordenado que es difícil de entender para los que no crecimos aqui. En cada calle puedes ver viajeros como nosotros intentando encontrar la manera de cruzar la calle sin ser atropellados, mientras los locales lo hacen con una asombrosa parsimonia.

Una persona nativa de Hanoi que conocimos en el viaje bromeó diciendo que para lidiar con el tráfico de la ciudad había que practicar Tai chi en sus calles. El Tai chi es un arte marcial, cuya filosofía tiene su base en el Yin Yang, la práctica del equilibrio en el universo, sus movimientos están pensados para equilibrar las fuerzas, se supone que combatir la fuerza con más fuerza provocaría daño así que se debe combatir con suavidad, tranquilidad y así traer equilibrio, si ves a un vietnamita cruzar la calle y lo contrapones con el caótico tráfico todo hace sentido.

Lo genial de Hanoi es que no es una ciudad que se haya rendido al turismo, al contrario, su vida diaria te envuelve quieras o no en su velocidad. La vida en Hanoi no va al mismo ritmo que en otras ciudades de su tamaño; si bien, todos están pitando para llegar a sus destinos rápidamente, también se toman su tiempo para detenerse a tomar café o té o un postre en la calle, para nosotros los visitantes no hay un momento de paz en esta enorme ciudad donde puedes ver imágenes que solo existían en películas en cada esquina.

Pero, ¿Qué hacer en Hanoi?

Hanoi no es una ciudad glamurosa ni de cerca, si eres amante de las grandes capitales europeas es probable que Hanoi no sea lo que estás buscando. Este destino es la capital de un país que ha resistido las invasiones de grandes potencias como China, Japón, Estados Unidos, Francia y siga usted contando… Lo que ha hecho más fuerte su idiosincrasia y única su manera de vivir.

Hanoi cuenta con una gran variedad de cosas que hacer en sus calles, como nuestro hostal estaba en el centro nuestro itinerario se desarrolló alrededor del lago Hong Kiem donde se encuentra la pagoda Ngoc Son para la cual se debe pasar por un emblemático puente de madera rojo que es un símbolo de la ciudad.

En medio del lago se encuentra el símbolo de la ciudad, la torre de la tortuga cuya leyenda dice que es el lugar donde una tortuga emergió para otorgar una espada que expulsaría a los invasores chinos de tierras vietnamitas, como a mí me encanta el romance de estas historias vamos a decir que es completamente cierta.

Para ser sincero no es algo demasiado impresionante, pero es un punto a cumplir en esta ciudad, aunque vale la pena darse una vuelta en el atardecer para ver los reflejos sobre el lago y esperar a la noche, cuando la iluminación cambia y puedes admirar ese mismo lago con otros ojos.

Catedral de San José

En el barrio se encuentra la famosa catedral de San José, que es comparada con la de nuestra señora que se encuentra en París, no voy a caer en el juego de las comparaciones, pero debo decir que ver una catedral cristiana en medio de Asia fue una radical sorpresa, pensaba que Jesús no tenía cobertura en esta área, me di cuenta que estaba equivocado y también nos cobijó del calor un rato.

El paseo a la ciudad nos llevó a las vías del tren que se encuentran sin protección al lado de casas, todos los días el tren nocturno pasa por aquí haciendo crujir las casas vecinas, si tienes suerte puedes tomar una foto del tren pasando al lado de estas viviendas, para nosotros no fue así, pero si se quieren dar una idea de lo cerca que están las vías les dejo esta foto.

Pagoda Tran Quoc

Otro famoso destino en Hanoi es la pagoda Tran Quoc que había visto en fotos y sinceramente mis expectativas estaban no muy altas, pero después de haber caminado unos 5 kilómetros desde el hostal pasando por todo el encanto citadino mi espíritu de sorpresa me asaltó dejándome un gran sabor de boca.

Pensar que está pagoda de quince metros tiene más de 1400 años contemplando el lago oeste me hizo verla con unos ojos menos contemplativos y más asombrados, nos detuvimos un rato en su templo cuyo altar es imperativo visitar.

Tomando en cuenta que cruzar un avenida grande te puede tomar unos diez minutos transitar esta ciudad es relativamente lento, por lo que los tiempos no fueron los más rápidos.

Mausoleo de Ho Chi Minh y templo de la literatura.

Otro de los grandes lugares a visitar es el mausoleo de Ho Chi Minh que lideró la lucha de independencia en este pais.

Después de haber estado en el Kremlin, La Habana y la plaza Tiananmen en China creo que mi entrenamiento comunista ha terminado de la mano de Ho Chi Minh…

No, es broma… Aún me falta entrenamiento.

Puedes visitar el mausoleo y mirar el cuerpo de Ho Chi Minh a través de un cristal protector, pero como nosotros no teníamos intenciones de ver a ningún líder embalsamado, sólo nos tomamos una foto por fuera y seguimos nuestro recorrido.

A poca distancia del mausoleo se encuentra el templo de la literatura, construido en 1070, está edificación construida en honor a Confucio se convirtió en la primera universidad de Vietnam, estuvo activa durante siete siglos siendo alma mater de las más eminentes personas de la vieja Vietnam.

Bajo sus muros, nuevas generaciones aprenden de un pasado que nunca volverá y de una filosofía que es ajena a su realidad.

Esta enorme ciudad llena de gente orgullosa de su pasado es incomprensible para nosotros que no crecimos en ella, vive en su propio tiempo, a su propio ritmo y bajo sus propias reglas y parece gritar como tantas veces han demostrado al mundo.

¡Vietnam no se conquista!.

Chris.

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